Manifestación consciente














Esta semana me gustaría llevar la reflexión al campo de las manifestaciones. Desde siempre el ser humano se ha manifestado públicamente en contra de la guerra, en contra de los abusos, en contra de las drogas, en contra de cualquier circunstancia molesta que lo aqueja. Internet se ha convertido en una tribuna y en varias ocasiones he visto en el blog de algunas personas –muchas de las cuales se dicen metafísicas y practicantes de la ley de la atracción—, mensajes del tipo: “Únete al grupo en contra de la violencia de género”, “Cuelga en tu muro que dejen de matar delfines en Japón”, “Precios anticrisis” , etc. y toda esa negatividad se propaga por la red como una enfermedad virtual.
Si estamos ahí sentados frente al ordenador sintiéndonos fatal, esa es la señal que enviamos al universo y el universo, que siempre complace, nos devolverá experiencias que se correspondan con nuestro nivel vibratorio, nos mandará experiencias en las que podamos seguir sintiéndonos igual de mal. Si no me crees, haz la prueba, cuando lees acerca de la matanza de delfines ¿qué ves en tu mente?. ¿Sangre en el agua?, ¿cientos de delfines muertos sobre la cubierta de un barco? Si no ves esto, seguramente estarás imaginando algo igual de trágico. Ahora bien, si lees: Grupo a favor del cuidado y el respeto por los animales, yo, por ejemplo, veo una mano acariciando a un perro, visualizo delfines saltando sobre las olas, caballos que corren libres con la crin al viento. El sentimiento que se genera es infinitamente más elevado. Estaríamos movilizándonos igualmente por una causa justa pero de un modo más constructivo.
Está muy bien que nos demos cuenta de cuáles son las experiencias que no queremos porque de ese contraste surge lo que sí queremos experimentar. Pero es mucho más sano hacer un grupo para la defensa de los animales, para la recuperación de la salud, para la igualdad... Pongamos la atención en nuestras filias no en nuestras fobias, insuflemos energía a aquello que queramos fomentar; lo que queramos erradicar mejor ni nombrarlo. Si dejas de inyectarle energía con tus palabras, con tu atención, desaparecerá. Por qué no empezar a estar a favor y dejar de estar en contra por una vez en la vida. Cuando luchamos contra algo le estamos dando poder. Lo que resistes persiste, dijo Carl Jung. La madre Teresa de Calcuta en una ocasión fue invitada a una manifestación en contra de la guerra y se negó a asistir, dijo que cuando hicieran una a favor de la paz, entonces que contaran con ella.
Así que en tus manos queda, todos podemos aportar nuestro granito de arena y hacer algo, por pequeño que sea, para cambiar la manera de manifestarnos.