Las leyes del universo no discriminan. Les da igual si te centras en algo que te favorece o en algo que te perjudica. Cualquier cosa en la que te concentres el tiempo suficiente, acaba tomando forma y manifestándose en tu vida.
Muchas personas creen que luchar contra algo lo debilita sin saber que esa actitud provoca justo el efecto contrario. Cuanto más luchas contra algo, más presencia y poder le estás dando. Aquello en lo que concentras tu energía se hace cada vez más fuerte. Sabiendo esto, resulta obvio que sale más a cuenta focalizarse en las soluciones que en los problemas.
Si te preocupan tus finanzas, por ejemplo, en vez de pensar en cuanto dinero te falta, céntrate en los beneficios de tenerlo. En cómo podrías disfrutar de él. A dónde irías, qué comprarías, con quién lo compartirías. Alégrate por toda la gente que lo posee. Deja de condenar la riqueza y recuerda que cualquier sentimiento negativo que albergues sobre el dinero lo estará alejando de tu vida, porque al centrarte en la escasez hará que venga más de lo mismo y la escasez encuentre nuevas vías para seguir manifestándose.
Si quieres encontrar el amor, lo mismo, deja de pensar en que no te gusta estar solo y evita regodearte en tu mala suerte. Deja de sentir rabia o envidia cuando ves que una amiga ha encontrado una pareja estupenda. Esos sentimientos negativos harán que tu deseo se aleje y tardes en encontrar a alguien que merezca la pena. Aprende a apreciar el amor en todas sus facetas. Cuando veas a un matrimonio feliz por la calle, reconoce que hay amor para todos, tú también puedes encontrarlo. Piensa en cómo te sentirías con la persona ideal a tu lado. Y sueña...
Soñar despierto es el mejor modo de atraer lo que quieres a tu vida. Recuerda que allí donde pones tu atención, está tu creación. Lo que enfocas con tu cámara mental, acaba saliendo en tu fotografía.