Vivir en el presente II

Despojadas hasta lo básico, las emociones sólo despiertan dos sensaciones: dolor o placer. Todos queremos evitar el dolor y buscar el placer, por lo tanto, los complejos estados emocionales en que nos encontramos son el resultado de no poder obedecer a esos impulsos básicos.
El psiquiatra David Viscott ha reducido la complejidad emocional a un simple ciclo que repite incontables veces en la vida de todo el mundo. Este ciclo se inicia en el presente, donde sólo se siente dolor y placer, y termina con complejos sentimientos centrados exclusivamente en el pasado, tales como la culpa y la depresión. El ciclo de emociones es el siguiente:

El dolor en el presente se experimenta como ofensa.
El dolor en el pasado se recuerda como enojo.
El dolor en el futuro se percibe como ansiedad.
El enojo inexpresado, redirigido contra uno mismo y contenido dentro, se llama culpa.
El agotamiento de energía que se presenta cuando el enojo se redirige hacia dentro crea la depresión.

Lo que este ciclo nos dice es que el sufrimiento acumulado es responsable de una amplia gama de malestares psicológicos. Las heridas sepultadas se disfrazan de enojo, ansiedad, culpa y depresión. La única manera de tratar estas capas de dolor es averiguar qué hiere cuando se presenta el dolor, resolverlo y continuar adelante. Vivir en el presente significa tener la honestidad de evitar la emoción fácil, que el enojo, y exponer el dolor, que es más difícil de enfrentar. Cuando el dolor no se resuelve en el presente, la cruel acumulación de enojo, ansiedad, culpa y depresión no puede sino empeorar.
Cuerpo sin edad, mente sin tiempo. Deepak Chopra.