Pide y se te dará



Pacté con la vida por un penique y la vida no me dio más, sin saber que cualquier cosa que le hubiese pedido a la vida, ésta me lo habría dado...

No recuerdo en qué libro leí esta frase pero el siguiente poema es de Amado Nervo:

EN PAZ
Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajo injusto, ni pena inmerecida;

porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;

que si extraje la miel o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o hieles sabrosas:
cuando planté rosales, coseché siempre rosas.

...Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
!mas que tu me diste que mayo fuese eterno!

Hallé sin duda largas noches de mis penas;
mas no me prometiste tu solo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas...

Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!


La vida es justa y siempre te da lo que le pides, pero para pedir bien has de saber hacerlo. Has de pedir desde la alegría, desde la satisfacción de que ya lo estás recibiendo. Puede que aún no veas la manifestación en el mundo físico, pero se está gestando y, salvo que dudes o decretes en sentido contrario, en poco tiempo lo verás manifestado. No pidas con miedo a no recibir, pide con la fe absoluta, con la convicción de que te llegará tarde o temprano. Compórtate como si ya tuvieras lo deseado y manifiesta en todo tu agradecimiento.