Tus palabras te dan una pista...

Una forma eficaz de controlar la vibración que emites durante el día, es prestar atención a tus palabras. Escúchate, y cuando descubras que hablas de algo contrario a lo que deseas, detente y di: “Bueno, está claro que sé a ciencia cierta qué es lo que no quiero. Ahora bien, ¿qué es lo que quiero?” Entonces pronuncia deliberadamente y con empatía la afirmación de lo que deseas.


Odio este coche viejo, feo y poco seguro.
Quiero un coche nuevo, bonito y que pueda confiar en él.

Estoy como una vaca.
Quiero estar delgada.

Mi jefe no me aprecia.
Quiero que mi jefe me aprecie.

Muchas personas protestarían diciendo que el simple hecho de reordenar las palabras no hará que aparezca un coche nuevo y brillante, ni cambiará tu cuerpo con sobrepeso por otro delgado, ni hará que tu jefe de pronto cambie su personalidad y empiece a tratarte de forma diferente; pero estarían equivocadas. Cuando te centras a propósito en una situación y expresas cómo quieres que sea, con el tiempo experimentas un cambio real en tus sentimientos respecto a ella, lo que indicará un cambio vibratorio.
Cuando cambia tu vibración cambia tu punto de atracción y las evidencias o indicadores que se manifiesten también cambiarán. No puedes hablar coherentemente de las cosas que quieres experimentar en tu vida sin que el Universo te proporcione su esencia.
Esther y Jerry Hicks.