Footprints in the sand

El ser humano es capaz de cosas MARAVILLOSAS como esta...


La parábola de las huellas en la arena.
El pescador solitario era un auténtico hombre de Dios. Había escogido su camino por vocación. Su vida de soledad y de silencio era deseada.
Buscaba con sinceridad a Dios. El mar, la arena, la barca, el cielo, la pesca.... todo le hablaba de Dios y le servía para comunicarse con El.
Un día tuvo la audacia de pedir al Señor un signo claro y evidente de su presencia y de su compañía constante:
"Señor, hazme ver que tu siempre estas conmigo". Y mientras hacía esta oración tenía una gran paz en su alma. Caminaba con paso sereno a la orilla del mar. Cuando llegó a las rocas que cerraban la playa, y reemprendía el camino que le conducía nuevamente a su casa, observó con asombro que junto a las huellas de sus pies descalzos había otras cercanas y visibles.
"Mira, -le dijo el Señor-, ahí tienes la prueba de que camino a tu lado. Esas pisadas tan cercanas a las tuyas son las huellas de mis pies. Tu no me has visto, pero yo caminaba a tu lado."
La alegría que tuvo fue inmensa. Desbordaba de gozo. El Señor le había dado la prueba esperada y deseada. La respuesta de Dios a su plegaria sobrepasaba lo que hubiera podido soñar. A partir de este "signo" sorprendente de Dios, la oración del pescador solitario adquirió aires nuevos. La gratitud no tenía límites en su alma. El gozo de la alabanza era el pan de cada día. Empezó a pedir y a interceder por todos los hombres con una confianza nueva.
Pero no siempre fue así. Días de tormenta y de frío nublaron el horizonte. El cansancio de los duros días de trabajo se hizo notar. Los días de labor infructuosa llenaron su corazón de desánimo. Caminaba taciturno por la playa. Al llegar a las rocas volvió sobre sus pasos y observó que, esta vez en la arena, sólo había la huella de los pies descalzos. Aquel día su oración fue de protesta:
"Señor, has caminado conmigo cuando estaba alegre y sereno, y me lo hiciste ver. Ahora que estoy con el alma por tierra, ahora que el desánimo y el cansancio hacen mella en mi vida... me has dejado solo. ¿Por qué Señor? ¿Dónde estás ahora?"
La voz del Señor no se hizo esperar:
"Mira amigo... cuando estabas bien, cuando la calma y la serenidad inundaban tu alma, yo caminaba a tu lado. Pudiste ver mis huellas en la arena... ahora que estas mal, cansado y abatido, ya no camino a tu lado porque he preferido llevarte en mis brazos. Las pisadas que ves en la arena no son las tuyas, son las mías, son profundas y claras.... marcadas por el peso de tu propio cansancio..."

La letra de la canción que canta Leona Lewis es esta:

TU CAMINASTE CONMIGO
HAY HUELLAS EN LA ARENA
Y ME AYUDAN A ENTENDER
HACIA ADONDE VOY

TU CAMINASTE CONMIGO
CUANDO ESTUVE SOLA
CON TANTAS COSAS SIN CONOCER
DURANTE TODO EL CAMINO

Y JUSTO CUANDO
PENSÉ QUE ME PERDÍA
ME DISTE LA FUERZA PARA CONTINUAR
FUE ENTONCES CUANDO TE OÍ DECIR

'TE PROMETO
QUE SIEMPRE ESTARÉ AHÍ
CUANDO TU CORAZÓN ESTÉ LLENO
DE LAMENTOS Y DESESPERACIÓN'

Y TE LLEVARÉ
CUANDO NECESITES UN AMIGO
ENCONTRARÁS MIS HUELLAS EN LA ARENA

CUANDO ESTÉ CANSADA
BUENO, YO SE QUE ESTARÁS AHÍ
PORQUE PUEDO SENTIRTE
CUANDO DICES

'TE PROMETO
QUE SIEMPRE ESTARÉ AHÍ
CUANDO TU CORAZÓN ESTÉ LLENO
DE LAMENTOS Y DESESPERACIÓN
OH, YO TE LLEVARÉ
CUANDO NECESITES UN AMIGO
ENCONTRARÁS MIS HUELLAS EN LA ARENA

[CORO]

CUANDO TU CORAZÓN ESTÉ LLENO
DE TRISTEZA Y DESESPERACIÓN
YO TE LLEVARÉ
CUANDO NECESITES UN AMIGO

TE PROMETO
QUE SIEMPRE ESTARÉ AHÍ
CUANDO NECESITES UN AMIGO
ENCONTRARÁS MIS HUELLAS
EN LA ARENA
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