La caja mental

En el último número de la revista Año Cero aparece publicada una pequeña reflexión del doctor Amit Gozwani, profesor emérito de física teórica en la Universisad de Oregón que ha enseñado física cuántica por más de treinta años, además de ser colaborador habitual del Instituto de Ciencias Noéticas y autor de numerosos ensayos.
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La física cuántica nos está mostrando el camino al devolvernos la causalidad y a su agente: Dios, que actúa por medio del observador. En la física newtoniana, los objetos son cosas determinadas, sin embargo, en la física cuántica, los objetos son posibilidades entre las que escoge la conciencia. Cuando una persona mira, su conciencia escoge una de las distintas poibilidades cuánticas que se colapsa en la realidad de la experiencia.
Pero esto ¿cómo prueba de la existencia de Dios? Suena como el chiste: hemos buscado a Dios y lo hemos encontrado: ¡resulta que somos nosotros! Puede que los antiguos hindúes tuvieran razón cuando afrimaban que hay trescientos treinta millones de dioses. Bueno, ahora serían seis mil millones de dioses debido a la inflación. Pero si somos Dios ¿Por qué vivimos de este modo? ¿Por qué nos cuestan tanto manifestar cualidades piadosas como la no violencia y el amor?
Las pruebas de Dios están dentro de nosotros, para verlas hemos de ser sutiles;
hemos de creer...
El Físico Richard Feynman, Premio Nobel en la especialidad, expresó la miopía de los científicos de los últimos tiempos cuando nos brindó esta advertencia contra la imaginación desbocada: La imaginación científica es imaginación dentro de una camisa de fuerza.
La camisa de fuerza a la que Feynman se refiere y que otros materialistas llevan es el sistema de creencias denominado materialismo científico."

Desde mi punto de vista, el materialismo científico es como la caja que cubre la cabeza de la chica de la imagen. Un paradigma limitador que, por suerte, cada vez se nos va quedando más pequeño.