El poder personal II


Supón que tu empleo actual no te satisface y quieres encontrar otro. Empiezas a hojear los periódicos y a hablar con amigos relacionados con tu profesión, pero nada sucede. Tal vez te sientas frustrado y tu diálogo interno concluya: “No hay nada para mí allá afuera”. Observa y contrasta esa respuesta con un ejemplo de una parte muy distinta del mundo. Imagina que un cazador de la selva del Amazonas tiene dificultades para hallar presas. Si visita a un chamán para encontrar una solución ninguno de los dos la buscará en otro sitio que no sea en el interior del cazador. Jamás se les ocurre decir algo como:” No hay nada para mí allá afuera” pues saben que los animales están ahí, el problema es que hay algo en el cazador que evita que los encuentre, algo que los aleja. Así pues, el chamán le pide al cazador que participe en un ritual diseñado para cambiar lo que está en su corazón y mente, puesto que el corazón y la mente son los que controlan la realidad externa.
Cuando nos sorprendemos mirando al mundo y diciendo: “No hay nada para mí allá afuera” tal vez deberíamos mirar en nuestros corazones y decir: “Si no hay nada allí fuera, ¿hay algo aquí dentro?”
Debemos examinar nuestro diálogo interno para averiguar los puntos donde bloqueamos el flujo de energía consciente con el fin de hacer a un lado al ego, apartarnos del camino y permitir que el fuego del alma resplandezca a través de nosotros. Los sabios védicos dicen que si tienes fuego en el alma, este se refleja a través del brillo de tus ojos. Se refleja espontáneamente en el lenguaje corporal y en tus movimientos. Todo lo que piensas, sientes, dices y haces refleja ese mismo fuego. ¿Qué apariencia tiene? No hay reglas absolutas, pero el espíritu se refleja en actitud y comportamiento impecable que se abstienen de cualquier cosa que pudiera considerarse hiriente.
El espíritu se refleja en confianza, felicidad, buen humor, audacia, amabilidad y consideración. La calidad de tu diálogo interno resulta evidente para los demás de manera inmediata aunque quizá no la reconozcan como lo que es. Cuando practicas el diálogo interno positivo, las personas quieres establecer vínculos afectivos contigo, ayudarte, estar cerca de ti. Quieren compartir el amor, la conciencia y la dicha que resplandece en tus ojos y que se refleja en cada uno de tus actos. Éste es el verdadero poder interior.
Sincrodestino, Deepak Chopra.